jueves, 17 de febrero de 2011

Para Siempre (3ª parte)

El impacto de comprobar la realidad con mis propios ojos me dejó paralizada en el sitio.

Noviembre 2001...

- Sí, ya estamos en noviembre y hace dos días, como aquel que dice, estábamos muriéndonos de calor en julio... ¡vístete! y ponte los zapatos ya, haz el favor, que te vas a resfriar.

Mi madre me hablaba mientras preparaba el desayuno pero yo no podía reaccionar. Contra el suelo sentía mis pies desnudos como témpanos de hielo, pero la escarcha circulaba por mi sangre en contra de la gravedad envolviéndome por completo. Estaba petrificada frente aquel calendario de la Virgen del Rocío.

- ¡Tamara! - gritó mi madre.
- ¿Qué? - balbuceé.
- Vas a llegar tarde. - sentenció.
- Sí, claro... - No supe que decir o que hacer, así que me dejé llevar por la situación.

Volví corriendo a mi habitación y busqué algo que ponerme. En ese momento me alegré de que mis gustos por la moda y los colores no hubiesen cambiado mucho... a pesar de los años el negro seguía siendo el color predominante de mi armario. Me metí en unos vaqueros de la talla 36, algo increíble para mi yo de 23 años. cualquier sudadera negra y unas zapatillas deportivas. En el baño intenté sin éxito aplacar mis alborotados y moldeados cuatro pelos, echando terriblemente de menos mis largos rizos cómodos y fáciles de peinar. Está claro que durante la adolescencia pasé por una grave etapa de amistad por la tijera.

El timbre sonó mientras me analizaba frente al espejo. aunque siempre me he sentido mayor y vieja... a los 23 años no notaba que físicamente hubiese cambiado mucho. ¡Me equivoqué! Soy totalmente diferente.

De nuevo, el matutino grito de mi madre me trajo de vuelta a la realidad. Tenia que marcharme y corrí escaleras abajo. Allí me esperaba mi amiga para ir juntas a clase, como siempre.

Siempre que recordaba el instituto, echaba de menos las idas y venidas con ella, las risas y nuestras locuras.

- A lo mejor hoy descubrimos como se llama.
- ¿Quien?
- El chico que te gusta.
- Ah! eso... con que en esa etapa de mi vida estoy... - murmuré para mí misma intentando centrar mi memoria. - si, ya se como se llama.
- ¿A si? ¿Cómo? ¿Dónde te has enterado?
- Da igual... ya no me gusta.
- ¿Y eso? ¿De un día para otro? Si ayer me dijiste...

En realidad no era de un día para otro, para mí habían transcurrido 9 años.

- Es que al final no pasará nada, ni se fijará en mí siquiera... para qué perder el tiempo.
- ¿De qué hablas? Tu eso no lo sabes.
- Sí que lo sé... bueno, da igual... ya te contaré.

El resto del camino estuve mirándolo todo. El cine Barrameda aun seguía en pie... en desuso y abandonado como lo recordaba; la tiendecita de bocadillos abierta como cada mañana con niños comprando el bocata a última hora antes de entrar en el colegio; el olor a pino verde mañanero al pasar junto al colegio de mi infancia; la gente zombi, medio dormida aun, acudiendo al instituto tan temprano; cruzar la calle por mitad de la rotonda por no dar la vuelta con todo en obras alrededor del instituto... todos esos recuerdos ya olvidados.

Llegar al instituto fue fácil, pues sabía perfectamente como llegar, pero... ¿y mi clase? ¿en que curso estaba en 2001? Empecé a dudar... 3º, 4º... así que pasando de pensar seguí los pasos de mi amiga a través de los pasillos del instituto, que seguro que me llevarían a buen puerto.

Al llegar a la puerta correcta sonreí... TERCERO.



PRÓXIMAMENTE  el 4º y último capitulo.

3 comentarios:

  1. Esta chulo pero es emparanoyante la idea de volver atras de nuevo y a la epoca del instituto...

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  2. Sí, como te comenté cuando lo escribí (noviembre 2010) está basado en una pesadilla que tuve. Aunque al relato le he dado un final más feliz, por no dejarlo abierto en un mal momento...

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Por favor no insultes... o Erza te matará!! En serio... XD

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