Este relato se llama... la playa.
Sin duda parte de mi interior son estas palabras, pues las escribí en una época de mi vida no muy alegre en mis recuerdos... sin duda alguna hoy puedo decir que yo era Helena... y Helena era yo.
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Helena solía ir a la playa todas las tardes al anochecer. Le gustaba caminar, pero siempre caminaba sola. Un día mientras caminaba se cayó en un agujero cavado por los niños de unos pescadores. Se dobló el tobillo y no pudo levantarse. Comenzó a pedir ayuda, pero nadie acudía. La marea comenzó a subir y en el agujero cada vez habia más agua y Helena estaba verdaderamente en un apuro.
No muy lejos un pescador desembarcaba y se acercó para ver que es lo que ocurría, de dónde procedían esos gritos. Cuando la vió entró en el agujero para inmediatamente ayudarla a salir. Intentó ayudarla, pero Helena no se podía mover y en el agujero habia demasiada agua y arena que se deslizaba con la marea y comenzaba a sepultarla.
El pescador salió del agujero para ir en busca de ayuda, pues le era evidente que sólo nunca lo conseguiría y ella se volvió a quedar sola y muy angustiada.
Para cuando el pescador volvió... ya no sabía donde quedaba el agujero, pues la marea consiguió invadirlo TODO.
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Sin duda todos en la clase se quedaron esperando que Helena surgiera de alguna parte sana y salva... me hizo gracia.
Estas palabras han sido rescatadas de uno de mis antiguos diarios... por ahi tiene que haber más cosas... ya buscaré.
......AmaRiË......
Mmmm... verdaderamente inquietante tu relato... ¿sepultada por los problemas?, sinceramente no te veo en esa tesitura, aun así... a tu alrededor tienes muchos pescadores para ayudarte, estoy segura de ello. Animo! Besitos Amarië!!!
ResponderEliminar-- Reith --
Tranquila mujer eso fue en el 2002... ahora también tengo problemas que me comen el coco, pero no me sepultaran... una aprende con los años a escarbar en la arena. Muchas gracias pescadora de Cádiz.
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